domingo, 21 de octubre de 2012

Talento en vena. (Ni crisis ni pollas)

Esta entrada tiene mucho menos sentido hoy, de lo que habría tenido hace justo una semana, puedo decir que necesitaba reposar lo vivido... que no todos los días se llega al borde del orgasmo musical, que necesitaba disfrutar y digerir esa sensación... sería mentira, si no he escrito antes ha sido por mi afición a los pecados capitales (Los tengo todos).

Sobre lápices y tontos
Y es que hay veces que la magia, ese ente efímero en el que algunos creen, y otros creen no creer, decide hacerse material y pulular por el ambiente...ocurrió en el recinto hípico de Cáceres... ocurrió el pasado sábado, el 13... sino no se explica...

Y no me refiero a se agotaran quince mil entradas en una ciudad que no llega a cien mil habitantes, eso es normal, en esta gira en general y en Cáceres en particular. Quizás a algunos incautos les extrañe que un grupo gire sin sacar disco... y llene recintos (más allá de lo razonable), será que no han entendido que hay dos tipos de conciertos de Extremoduro... los que son en Cáceres y los que no...  no solo porque vendieron 15.000 entradas, tampoco, porque la reventa llegará a 200 euros... quizás, porque fuera del recinto había más gargantas cantando (y haciendo botellón)... quizás porque aquí, nuestras mujeres se la ponen... quizás porque aquí nadie vuela sólo y a nadie se le juzga por sus errores... no sé.

Sí, suena presuntuoso, y probablemente, este lejos de la verdad, pero yo lo viví... si se lo preguntan a las quince mil personas que amaron y ensancharon el alma... a esas que sintieron sinceridad en “lo de este pueblo no es normal” (Uoho dixit)... o si nos preguntan a aquellos que estuvimos al borde de la lágrima viendo el cuarto movimiento interpretado en lengua de signos... les diremos, les dirán, con toda probabilidad, que así fue... que algunos ya habían visto a Robe (y cia) en directo, pero que por primera vez veían a Extremoduro en concierto.

Y debe ser que... sin saber si Robe estaba de parranda... no estaba muerto, ni tan acabado, como algunos se empeñan en creer, sonar como suena Extremo en estudio, es... casi imposible... sonar mejor en directo es un lujo solo al alcance de genios... como Uoho... tocar cuarenta minutos sin pausa... no sé como definirlo... una vez dije que a veces el lenguaje no bastaba, que las palabras se quedaban cortas... para muestra, un concierto.

Y estoy de acuerdo, no es importante cambiar el mundo sino luchar por cambiarlo, el resultado me la suda... así que me da igual que a Extremo se le reconozca como merece, o no, en su casa y fuera de ella, me da igual si estáis de acuerdo conmigo o no... lo importante es luchar porque se reconozca el talento...

Y es que a veces para ser rey... no hace falta ni tener una corona.. ni una MEDALLA.....

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