lunes, 19 de noviembre de 2012

BIENVENIDOS AL MUNDO


Escribo hoy por pereza, vagancia, apatía o simplemente porque hasta hoy no había encontrado las palabras para describir lo que siento, lo que me hacen sentir. Aunque, si parará a reflexionar solamente un par de décimas de segundo, descubriría que esas palabras no existen, que amor son sólo cuatro letras puestas unas junto a otras, y lo que yo siento va mucho más allá...

Si parará a reflexionar esas dos décimas de segundo comprendería que, si no escribí esta entrada el 14 de septiembre, hace 8 años y un día, o en alguna fecha intermedia, seguramente algún siete o veintisiete y seguramente de mayo, o tal vez marzo, descubriría que lo hice por cobardía, por el temor a no ser capaz de reflejar en estos párrafos ni la mitad.

Hoy escribo, pero no por valentía, no por haber vencido ese temor, no... no por nada que haga de este, un día especial. Lo hago por pura necesidad, porque ya no aguanta más dentro de mi el BIENVENIDOS AL MUNDO que lleva tanto tiempo luchando por salir.

La vela que ilumina...
Hace tiempo escribí que vivía, de conexión interpersonal en conexión interpersonal, y que durante ese infinito instante de tiempo, durante esos dos segundos o menos, era libre. En mi vida existen cuatro grandes interconexiones, cuatro momentos que duraran eternamente por el hecho de, que nada ni nadie, los podrá borrar de mi memoria, de mi vida, de mi pauta energética...

Y lo creáis o no, mi interacción energética con todo aquello que me rodea, ha grabado esos momentos tan a fuego, en la pauta energética del mismo mundo, que forman parte de él, que siempre han estado ahí, esperando a impactarme, y no, no es mérito mío, lo es de esas cuatro interconexiones, de esos cuatro momentos, y de lo que, cada día, me hacen sentir.

Momentos que me han impactado tanto que me han cambiado, y no hablo de matizar mi personalidad, hablo de una demolición y su consecuente reconstrucción, como si mi vida fuera un puzzle y con las mismas piezas el dibujo hubiera cambiado.

Hablo de ver la vida desde cero, con unos ojos recién estrenados, con la pureza de quién todavía no está contaminada. Hablo de saber, que lo único verdaderamente importante que haré en esta vida, sucederá en los ratos que pase junto a ella. De saber que mi mayor fortuna será algún día, y por mucho tiempo, caminar a su lado.

Hablo de saber que los mejores bailes tienen lugar cuando tu pones la melodía, la letra de la canción, la coreografía y, tu pequeño acompañante, un coro de infantes carcajadas. Una risa que lo invade todo, que se adueña de todo, de cada fibra de tu ser, de cada terminación nerviosa, y sencillamente, te hace feliz, absurda y completamente feliz.

Hablo de sentirse afortunado por ver a un diminuto álter ego de carne y hueso corriendo hacía ti, de dejarse inundar con la ilusión que desborda ese parecido rostro por un encuentro casual. Hablo de no entender que es lo he hecho para merecer esa ilusión, y no importarme nada más que disfrutar de ese abrazo, de sentir que el resto del mundo, con sus problemas, con nuestras necias y fundadas preocupaciones, se deshacen en volutas de absurdo humo.

Hablo de saber que haría todo por alguien, y todo es todo,  de la certeza que nada que vaya a hacer con mi vida vale más que cuidar de la suya. De saber que ante cualquier decisión que implique transformar algo que podría haber sido para mi, en algo que puede hacerle sonreír, la decisión esta tomada más que de antemano. Que cualquier gesto de ilusión, de asombro, vale más que nada que puedas comprar. 

...es la que arde
Hablo de saber que gran parte, y con gran parte quiero decir todo, de lo bueno que hay en ti nació con ellos.

Que se dice cuando no se puede dar las gracias, más allá de un bienvenidos al mundo, de la certeza de saber que ellos son mi motivo para luchar, para intentar ser mejor, que dices... 


COMO EXPLICAR QUE NACÍ HACE VEINTINUEVE AÑOS Y MI VIDA EMPEZÓ CON ELLOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario